jueves, agosto 30, 2007


Cuando la luna está alta, tan alta que ni los gatos negros se pueden subir a ella... entonces, y sólo entonces, la magia pide permiso para entrar en los sueños de los niños.
Pero hay niños que no tienen 9, 6 o 3 años, no. Hay niños hasta de 60, de 34 o de 81. Porque son niños de corazón, de alma si es que existe. Envejecer por fuera, sí, pero como esas frutas recién recogidas de los árboles, que aún siendo maduras, mantienen en su interior la pepita que les da la vida.
Por eso no te entiendo cuando me dices que cuando eras niño todo era más fácil. Si quieres, todavía puedes seguir siéndolo, que eso no te lo quiten nunca.
Y mañana, cuando te levantes y notes el sol en tu cara, imagínate que no estás en tu oscura habitación. Imagínate que por fin eres libre, y que ya puedes salir a la calle sin grilletes. Si te apetece saltar en un charco, hazlo. Si en pleno invierno necesitas un helado, recorre toda la ciudad pero encuéntralo. Si quieres escaparte del trabajo, coger la bicicleta y perderte por el bosque... no lo pienses dos veces.

Porque de verdad, la vida son dos días, ahora más que nunca lo sabes. Así que no esperes a coger las flores cuando ya estén marchitas.


7 comentarios:

Anónimo dijo...

"Crecer. Crecer y olvidar lo que fuimos. Renunciar a las utopías. A los sueños que de pequeños tuvimos.
Olvidarse de NuncaJamás y convertirse en un completo idiota. Para algunos una ley natural.
Para nosotros innecesaria. Así que enciende la luz. Que Peter Pan no se asustará."

No me canso de leer este pequeño fragmento que Ismael Serrano dedicó a los que ya crecieron y olvidaron que, alguna vez, jugaron en Nunca Jamás a no crecer, a pensar que los sueños se convertian en realidad... a esas personas entre las que hará ya dos años estaba cercano muy cercano a formar parte.

Formar parte de un ejercito de seres-robot autómatas de la vida, de aquellos que esperan sin esperanza, que duermen sin sueños y que despiertan sin futuro sólo con un presente, de aquellos cuya ilusión se reduce a tintineos de brillantes monedas o lujos de trozos de plastico efímeros como efímeras son sus alegrias...y yo era recluta de aquel ejercito.

Pero un dia decidí objetar y deserté de aquel ejercito, aquel dia cerré los ojos y por primera vez no solo dormí sino que soñé y cuando abrí los ojos el sueño seguia ahí y, por arte de magia (tu magia), volví a descubrir términos lejanos un dia olvidados: esperanza, sueño, alegría, amor...regresé a Nunca Jamás para descubrir que ese era el lugar al que pertenecía, al que pertenecías.

Si bien como desertor que soy ese ejercito me busca y hay veces que hasta me encuentra y quieren que vuelva con ellos, pero lo que ellos no saben es que yo tengo un arma más poderosa de la que nunca puedan tener ellos, te tengo a tí...

GRACIAS

En Nunca Jamás esta prohibido crecer es la única norma que existe y que nunca olvidaré...

Noe dijo...

Ola!
Caray que cosas más lindas escriben ^^
Da gusto paar por tu blog cacahuete!!
Comparado con el mio que está lleno de asiaticos por todo lados xDDD

Que razón tienes en lo que escribes ^^Esa pepita no se puede dejar peder, hay que mantenerla viva! (^0^)/

Yo creo que por ahora lo llevo bien, lo de infantil no me lo quita nadie xD

Bueno un biko cacahuete!!
A seguir enchendo o mundo de posía!!!

Anónimo dijo...

Si ke escriben por aki cosas bonitas si ^___^ Se ve ke ademas de escribir bien inspiras anduriña. Besotes :**

S dijo...

ay andu, que bien me ha hecho leer esto... Precioso.
Hace tiempo que intento abrazar a esa niña interior, y no es nada fácil... Los adultos podemos ser verdaderos fascistas con los niños internos. Y sólo ellos saben de la belleza de vivir el día, disfrutarlo, y ser feliz, mañana no es problema...

Besos infantiles
con sonrisa
y chocolatada.

Anónimo dijo...

http://oskuridad.blogspot.com/2004/12/creciendo.html

:) Yo escribi algo sobre esto hace 2 añitos ^__^ y la verdad sigo pensando iwal. besos

Caufield dijo...

a rutina amarga a calquera, xa se sabe ;)
pero é bo pararse, de repente, no medio da rúa e ir correndo comprar ese xeado ou ir a casa a pola bici e pasear por aí
pasalo ben que xa iso estamos aquí!gracias por recordarme o que valen os soños
e que nalgún momento prometimos non crecer nunca
pra que?
:)

Sandra Figueroa dijo...

Así que no esperes a coger las flores cuando ya estén marchitas.
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Hermosa frase. Lindo texto, me hizo refelxionar. Apenas hace unas horas me sentia aniana, ahora pienso diferente. Saludos.